ENTREGA PARCIAL: PEC2. GLORIA GAITÁN VASCONCELO
Buenas tardes.
Soy vuestra compañera Gloria.
Comparto con todos mi reflexión y también las imágenes acerca de la entrega parcial de esta actividad PEC2.
Durante la creación de las ilustraciones y los diagramas, experimenté una variedad de emociones intensas y reflexiones profundas. El proceso en sí me permitió explorar temas complejos como la guerra y la frontera desde un enfoque visual, lo que resultó en una experiencia bastante inmersiva y emocionalmente exigente. Al trabajar en la ilustración inspirada en la canción Games without Frontiers, la dualidad entre la inocencia de los niños jugando y la crueldad de la guerra fue un tema central que guió mi interpretación. Me impactó cómo la canción resalta esa contradicción, y traté de plasmarlo gráficamente utilizando imágenes simples pero contundentes: los niños arriba y la guerra abajo.
El uso de tinta china fue esencial para capturar esa crudeza, ya que la tinta negra me permitió jugar con contrastes muy marcados entre las figuras y el fondo, creando una sensación de tensión y dramatismo. Sin embargo, me pareció interesante introducir el fondo digital con tonos rojos y azules, donde los niños quedaban envueltos en tonos cálidos mientras que la guerra se teñía de frialdad con los azules. Esto me ayudó a transmitir visualmente las emociones que la canción me despertaba. Colocar la letra de la canción sobre el dibujo fue un recurso que integré para reforzar el mensaje, algo que me pareció adecuado al querer que el espectador conecte directamente con el contenido lírico.
En el boceto del niño golpeando una cabeza humana, opté por un estilo más infantil, casi naive, para representar la inocencia del niño en contraste con la violencia inherente a la imagen de la cabeza, que simboliza la guerra y la destrucción. Usar la tinta china para el niño y luego el color rojo digital para la cabeza me permitió resaltar ese contraste de forma clara. Este dibujo me provocó una mezcla de sentimientos: la ternura que puede emanar de los niños y, al mismo tiempo, la perturbación al verlos involucrados en un contexto tan violento.
Por otro lado, en la investigación y representación del concepto de frontera, sentí que el proceso fue incluso más personal y doloroso. Dibujar figuras como el niño sin hogar, las alambradas y la figura que simboliza el poder opresivo, me hizo reflexionar profundamente sobre la injusticia social. A través de estos elementos, quise reflejar no solo la barrera física que divide a los territorios, sino también las fronteras invisibles de desigualdad, pobreza y discriminación que afectan a tantas personas. Aquí, el uso de tinta china me permitió expresar esa dureza de manera muy directa, con trazos rápidos y espontáneos, lo que daba una sensación de urgencia y desesperación.
Cuando introduje el fondo digital en esta parte, con el camino que separa los dos campos y la tipografía en rojo que dice «Huír o morir», fue un momento decisivo para el trabajo. Sentí que esa tipografía en particular añadía una dimensión de impacto inmediato, casi como un grito desesperado que resuena en la imagen.
El boceto final de la alambrada, con las manos detrás de la valla y las figuras de manos manchadas de sangre en collage, fue un intento de fusionar lo gráfico con lo conceptual, creando un diálogo entre el dibujo y los elementos añadidos digitalmente. Al utilizar un cielo en tonos verdosos, quise transmitir una atmósfera de opresión y miedo, algo que el collage me permitió explorar de manera más libre que en trabajos anteriores.
Respecto a los materiales, me sentí muy cómoda usando la tinta china. Su fluidez y capacidad de generar contrastes marcados encajaron perfectamente con la fuerza de los temas que estaba tratando. La combinación de técnicas analógicas y digitales me resultó especialmente gratificante, ya que me permitió jugar con distintas capas de significado y emoción, algo que quizás no habría logrado solo con un enfoque tradicional.
Comparado con la primera tarea, me he sentido mucho más cómoda con este ejercicio, sobre todo porque el tema del dibujo me ha permitido ser más libre en la representación visual y conceptual. En la primera tarea, las pautas eran más rígidas, lo que limitaba un poco mi expresión. Sin embargo, en este caso, el hecho de poder mezclar materiales y técnicas, y tener la posibilidad de usar el collage y lo digital, me dio un sentido de libertad creativa que disfruté mucho. Me permitió conectar más con los temas de manera intuitiva, explorando sus matices de una forma que me resultó más personal y significativa.
Diagrama relacionado con mi interpretación de la canción Games without Frontiers.
Primer boceto final de la ilustración correspondiente a la canción Games without Frontiers.
Diagrama relacionado con el poema visual acerca del término Frontera.
Primer boceto final del poema visual acerca del término Frontera.
Entrega Parcial PEC1- GLORIA GAITAN VASCONCELO
Buenas tardes.
Aquí os dejo mi experiencia relacionada con esta entrega parcial.
El proceso de realizar esta actividad ha sido, en gran medida, una experiencia emocionalmente desafiante. Desde el momento en que elegí la obra de «Plato con cubiertos y una tetera, 1885» de Vincent van Gogh para la copia, sentí una mezcla de entusiasmo y temor. Van Gogh es un maestro en capturar la esencia de los objetos a través de las líneas y la textura, y su obra me parecía el ejemplo perfecto para practicar. Sin embargo, pronto descubrí que intentar replicar esa sensación de vida y profundidad en mi propio dibujo sería mucho más complicado de lo que anticipaba.
El escaneo del dibujo basado en la obra de Van Gogh fue una especie de espejo de mis habilidades actuales. La tetera, los cubiertos y el plato, aunque aparentemente sencillos, contienen una riqueza en detalles y texturas que me hizo dudar de mi capacidad para plasmarlos con éxito. Desde el primer trazo, sentí que no lograba captar el volumen ni la textura que hacían especial la obra de Van Gogh. Esta frustración fue un obstáculo constante, ya que me resultaba difícil traducir lo que veía a algo coherente en el papel.
Para el objeto artístico, elegí un jarrón de mi jardín. Este objeto cotidiano, que normalmente pasa desapercibido, tomó protagonismo en el ejercicio. Al fotografiarlo, noté detalles que nunca había observado antes: la curva de su forma, la manera en que la luz se reflejaba en su superficie y los pequeños defectos en la cerámica. Sin embargo, cuando me dispuse a dibujarlo, esas observaciones parecían desaparecer entre mis trazos. Las proporciones no se sentían correctas, y el jarrón parecía plano, sin la vida que quería transmitir. Esta fue una de las experiencias más frustrantes del proceso. Sentí que, a pesar de entender visualmente lo que quería hacer, no lograba ejecutarlo con éxito. Esto me llevó a realizar solo una pequeña cantidad de bocetos, ya que la frustración comenzó a pesar más que el entusiasmo.
Para el paisaje urbano, elegí unas cornisas de edificios, un elemento sencillo pero interesante desde un punto de vista compositivo. Pensé que trabajar con líneas arquitectónicas sería un respiro en comparación con los objetos más complejos, pero nuevamente me encontré con dificultades. Las líneas rectas y las proporciones correctas eran difíciles de alcanzar, y las primeras líneas que trazaba no lograban capturar la serenidad que buscaba en el paisaje. Esto incrementó mi frustración, ya que, a pesar de ser un paisaje urbano sencillo, no conseguía que mis bocetos transmitieran la armonía que había imaginado.
Realicé una cantidad limitada de bocetos tanto del jarrón como del paisaje urbano. Desde el inicio, sentí que no estaba logrando dominar la técnica de la línea ni de la mancha. Mis trazos se veían rígidos y faltos de vida, lo que me llevó a sentir una gran frustración y, en ciertos momentos, una especie de bloqueo creativo. Esa sensación de que no estaba progresando como esperaba me desmotivó rápidamente.
Los bocetos no resultaron como yo deseaba, y esa insatisfacción me llevó a detener el proceso antes de lo que hubiera querido. En lugar de disfrutar el proceso creativo, me encontré atrapada en una espiral de autocritica y duda sobre mi capacidad para mejorar con más práctica. Por esa razón, no logré completar una gran cantidad de bocetos y no me sentí capaz de continuar sin antes trabajar más en mis habilidades.
En resumen, esta actividad me ha dejado una sensación agridulce. Por un lado, me ha hecho enfrentar de manera directa mis limitaciones en el dominio de la técnica, lo cual fue difícil de aceptar. He experimentado una gran frustración al sentir que no podía plasmar lo que tenía en mi mente, y esta sensación me impidió avanzar con la fluidez que hubiera querido. Dibujar, ya sea con línea o con mancha, es un proceso que requiere paciencia, algo que me costó aplicar durante esta actividad debido a mi descontento con los resultados iniciales.
A pesar de la frustración, también reconozco que este proceso me ha enseñado la importancia de ser más paciente conmigo misma y con mi aprendizaje.